Una falsa amenaza de bomba en un vuelo regular que cubría el trayecto entre Estocolmo (Suecia) y Málaga, hizo en la mañana de ayer que se activara el sistema de alarma en el aeropuerto de esta ciudad, con un fuerte despliegue de efectivos de seguridad.
Tres pasajeros del avión, jóvenes y con rasgos magrebíes, según relataron varios pasajeros, comentaron a la tripulación poco después de despegar que habían conseguido introducir un artefacto explosivo en el avión. El comandante del Boeing 737 de la compañía danesa Sterling, comunicó la amenaza a la torre de control del aeropuerto de Málaga, instante a partir del cual se desplegó el fuerte dispositivo con efectivos del Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil y bomberos.
En lugar de provocar un aterrizaje forzoso en otro aeropuerto, el comandante decidió llegar hasta Málaga, donde el avión aterrizó con puntualidad, a las 11.38 horas.
Una vez en tierra, el aparato fue trasladado a un extremo del aeropuerto junto a la terminal de carga. Sólo en ese momento, los 94 pasajeros fueron informados de que había habido una falsa amenaza de bomba. La policía retuvo a los pasajeros durante hora y media mientras comprobaba sus pasaportes y revisaba los equipajes.
Una vez comprobado que todo era una falsa alarma, la Guardia Civil retuvo a los tres jóvenes, que dijeron que todo se había tratado de una broma. Un obrero del aeropuerto aseguró que dos personas fueron trasladas en coches esposadas. Tras prestar declaración, los jóvenes pasaron a disposición judicial.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 27 de noviembre de 2005