La Unión de Comunidades Islámicas valora de manera positiva el proyecto de Ley Orgánica de Educación que negocia el Gobierno pero reclaman que se aumente la oferta de profesores de Islam en la escuela pública.
A su juicio, el nuevo proyecto de ley "no aporta modificaciones sustanciales" a las leyes anteriores, teniendo en cuenta que la asignatura de religión se mantiene como oferta obligatoria para los centros educativos y de carácter opcional para los alumnos y sus padres.
Por otra parte, las Comunidades Islámicas no encuentran inconveniente en que la nota de religión no se compute a los efectos del ingreso en la universidad o para la obtención de becas porque "la capacidad para el estudio o el trabajo es independiente de su mayor o menor preparación religiosa".
Sin embargo, en lo que se refiere a las clases de religión islámica, el informe advierte de que, hasta el momento, salvo una pequeña oferta de contratación (37 profesores en toda España), "la inmensa mayoría de alumnos musulmanes carecen de clases, pese a las solicitudes, negociaciones e intentos de salvar obstáculos y prejuicios centenarios".
Redacción suficientemente amplia
A pesar de ello, las Comunidades Islámicas entienden que la LOE "mantiene una redacción suficientemente amplia para abarcar situaciones diversas". "Se muestra positiva a la libre elección de los padres del centro educativo, ya sea público o privado, concertado o no, "sin intervencionismo por parte de la Administración".
Así, cree que "deja el camino abierto para que todos los centros dispongan de recursos educativos, incluidos los privados, y poder acceder así a las ayudas, subvenciones o colaboraciones pertinentes, como los programas de educación compensatoria para alumnos con deficiencias de formación previas a su ingreso".
Por ello, esta confesión religiosa entiende que "se debe y se puede preparar y promulgar una LOE en normalidad democrática, sin crispaciones, trabajando todos para una mejor regulación social del sistema educativo".
Para este colectivo, el debate actual está generando "enfrentamientos sociales innecesarios, con actitudes hostiles y virulentas, que no son deseables para la construcción del entramado legal del país que regirá nuestras vidas".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 29 de noviembre de 2005