En el barrio de Patraix de Valencia (avenida de Gaspar Aguilar), están construyendo una subestación eléctrica en contra de la voluntad de todo el barrio. Dicha subestación va a producir (según estudios presentados por la propia compañía) unos niveles de radiaciones electromagnéticas 200 veces superiores a las recomendadas por la Comunidad Europea para dicho tipo de instalaciones.
Este hecho ha sido comunicado a Rita Barberá sin que haya realizado ninguna acción salvo la de enviar a los cuerpos represivos a golpear y a detener a la gente del barrio que lo único que pretende es salvaguardar la salud de sus hijos (existen múltiples estudios que relacionan las radiaciones electromagnéticas y diversos tipos de cáncer que incluyen la leucemia infantil, los tumores testiculares y los tumores cerebrales entre otros).
Dado que dicha subestación pertenece a Iberdrola y dentro de un tiempo se va a realizar en Valencia la Copa del América de Vela y uno de los barcos participantes ¡Cómo no! va a ser el barco patrocinado por dicha compañía, es difícil que el Ayuntamiento de Valencia nos ayude a paralizar dicho proyecto ya que parece que existen intereses económicos muy poderosos alrededor del mismo. O quizás resulta que la alcaldesa quiere subir a ese barco.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de noviembre de 2005