Las empresas españolas tienen mucho que mejorar en sus gobiernos corporativos, especialmente en la figura de los consejeros independientes. Así lo cree el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, que pretende introducir un "importante impulso reformista" para revertir esa situación. El ministro propone fijar un sistema de selección objetivado que defina el perfil del consejero independiente.
Esta figura, que en teoría no representa al núcleo duro del accionariado ni está vinculada a los ejecutivos, queda comprometida porque la mayor parte de las veces los independientes son nombrados por el presidente de la empresa o por los consejeros dominicales (representan al accionariado), según Solbes. El índice Spencer Stuart de consejos de administración avala esta tesis: el 94% de los independientes son propuestos por el presidente o los dominicales.
"La independencia real de los independientes es cuestionable", señaló el ministro tras entregar ayer el premio de buen gobierno corporativo y transparencia informativa otorgado por la Fundación de Estudios Financieros. El premio principal recayó en la empresa de construcción Ferrovial, con menciones especiales a Bankinter y a la empresa de tecnologías Indra. Solbes señaló que las prácticas de buen gobierno "no son habituales" y propuso potenciar a los consejeros independientes "para dar voz a los accionistas minoritarios y atenuar la asimetría existente con los mayoritarios".
Dado que el modelo español presenta "carencias importantes", Solbes planea introducir cambios, que deben aplicarse "con las adecuadas dosis de gradualismo" y "en un plazo razonable".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 30 de noviembre de 2005