Alumnos de la Escuela de Ingeniería de Cádiz se manifestaron ayer por la ciudad para reclamar la construcción inmediata de una nueva sede que pueda acogerles a todos en un mismo edificio. Actualmente, los estudiantes y profesores se tienen que repartir en tres inmuebles porque la escuela, diseñada para 500 alumnos, se ha quedado pequeña para recibir a más de 2.000 matriculados.
Los futuros ingenieros llevan esperando 10 años el traslado que supondría cambiar las múltiples sedes por una sola en el campus de Puerto Real. Según los planes previstos, la obra estaría lista en tres años y preparada para acoger a alumnos en 2010. Sin embargo, los problemas financieros que acucian a la Universidad de Cádiz (UCA) amenazan la viabilidad de estas previsiones.
El plan plurianual de inversiones de la Junta contempla 34 millones para toda la UCA hasta 2010. Sólo el proyecto de la nueva escuela cuesta 30 millones (18 para la construcción y 12 para los equipamientos). "Estamos muy intranquilos", reconoció el director Mariano Marcos. Los alumnos han anunciado nuevas protestas si se retrasa la escuela. "Estamos cansados de esperar", dijo el portavoz de la delegación de estudiantes, Santiago Montes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 1 de diciembre de 2005