Nueve indigentes murieron y otros cinco resultaron heridos ayer a primera hora de la mañana en un incendio de los contenedores donde dormían en la ciudad alemana de Halberstadt, en el Estado federado de Sajonia-Anhalt. Se ignoran las causas del incendio, pero la policía excluye que haya sido causado desde fuera.
Desde los incendios provocados por ultraderechistas y neonazis a principios de los años noventa, cada vez que algo arde en Alemania con la consecuencia de muertes se encienden todas las alarmas. Todo parece indicar que en el incendio de ayer en Halberstadt, una ciudad de 40.000 habitantes situada 200 kilómetros al sur de Berlín, ha sido una tragedia como consecuencia de una imprudencia y de las precarias condiciones de alojamiento.
En las afueras de Halberstadt, desde el año 1996 estaban habilitados 16 contenedores para acoger a los sin techo. Las condiciones de habitabilidad no eran las mejores y ya se había planteado días atrás la posibilidad de cerrar ese refugio por no reunir las condiciones exigibles de seguridad.
El fuego sorprendió en pleno sueño a los nueve sin techo que murieron. Los muertos y heridos son todos hombres en edades comprendidas entre 35 y 71 años. Algunos vivían en los contenedores desde la inauguración de los refugios en 1996. Los cuerpos de los muertos eran irreconocibles y hasta el mediodía de ayer nadie había preguntado por ellos. El alcalde de Halberstadt, Harald Hausmann, resumió en una frase lo ocurrido: "Los afectados son los más pobres entre los pobres".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 3 de diciembre de 2005