Llegaba el Atlético a San Mamés sin cuatro indiscutibles -Velasco, Pablo, Antonio López y Luccin- y huérfano de símbolos. Torres, el alma del equipo, sancionado, se perdía un partido 597 días después. Pero Bianchi contaba con ello. Estaba en el guión.
Lo que no estaba en el guión es que Leo Franco, el portero del Atléti, se lesionase. Ocurrió. Le pusieron un vendaje en su muslo derecho. Y, como no fue suficiente, Falcón, guardameta del filial, debutó en Primera, con todo San Mamés esperando para probar sus nervios.
Y tampoco estaba en el guión tanto tiempo añadido, según el técnico del Atlético de Madrid, Carlos Bianchi, que no ocultó su enfado con el árbitro.
"Le dije varias veces que no tenía perdón porque había pasado el tiempo. ¿Por qué prolongarlo? El partido estaba terminado antes ¿no lo cree? Si el árbitro dice que son cinco minutos, se juegan cinco minutos. Yo no tomo la hora, pero me dijeron que habían pasado 30 segundos", dijo. Con todo, se mostró satisfecho por la actuación de sus jugadores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 4 de diciembre de 2005