No comprendo a los que abiertamente se expresan contra las bicicletas en la ciudad. En cambio, les parece natural que los padres tengamos que escoltar a los niños pequeños al colegio para evitar que pueda atropellarlos algún coche o moto. Que intenten respirar hondo más a menudo y seguro que notarán que el aire está contaminado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de diciembre de 2005