Asegurada su clasificación como primero de grupo, el Barcelona acude hoy al encuentro del Udinese en el estadio Friuli con un equipo rebajado por las ausencias de Ronaldinho, Eto'o, Motta, Xavi y Van Bommel, pero al mismo tiempo competitivo para intentar prolongar su récord de imbatibilidad (nueve partidos) y evitar suspicacias, puesto que tanto el Werder Bremen como el Panathinaikos, que se miden en campo alemán, mantienen esperanzas de clasificarse para los octavos de final. Como al Udinese le basta con un punto para pasar ronda, consecuentemente, agradece de alguna manera la propuesta azulgrana, sobre todo después que todas las entradas para el partido ya están vendidas.
"Un equipo como el Barça siempre se juega algo, sobre todo el prestigio", contestó Ten Cate, que oficia nuevamente como entrenador por la baja de Rijkaard, víctima de una afección pulmonar. "Presentaremos a un equipo con la calidad suficiente para ganar", añadió. "Jugaremos para ganarpor nosotros y por el Bremen y el Panathinaikos". Ezquerro, Damià y Maxi -pendiente de ser cedido- son las novedades de un equipo que podría alienar también a Jorquera, Iniesta y Gabri. El técnico Cosmi, por su parte, tiene las dudas de Iaquinta y Felipe.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 7 de diciembre de 2005