George W. Bush celebró ayer los avances en la reconstrucción de Irak en vísperas de las elecciones en el país: "Los iraquíes empiezan a ver que vivir en libertad es vivir mejor", dijo el presidente de EE UU, para añadir: "La reconstrucción no siempre fue tan bien como esperábamos, sobre todo por los retos de seguridad; reconstruir una nación devastada por un dictador es una tarea a largo plazo". Bush habló de Nayaf, al sur de Bagdad, y Mosul, en el norte, como lugares "en los que sus habitantes están comprobando que hay mejoras concretas en sus vidas", mencionando la reconstrucción de 3.000 escuelas y diversos proyectos de infraestructuras, aunque admitió que "mantener el suministro eléctrico es un desafío" y que "hay aún secuestros y bandas armadas".
Bush se embarcó en una campaña para convencer a los escépticos norteamericanos de que existe una buena estrategia en Irak, basada en que las elecciones y el entrenamiento de las Fuerzas Armadas iraquíes permitirán gradualmente el repliegue de las tropas. El mensaje no acaba de cuajar, y de ahí los bajos índices de popularidad de Bush.
Los demócratas, mientras, se enfrentan a una tormenta interna que puede tener consecuencias en las legislativas de 2006 tras el comentario del presidente del partido, Howard Dean, de que "la idea de que vamos a ganar la guerra en Irak es equivocada".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 8 de diciembre de 2005