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Una protesta contra el racismo en una discoteca granadina termina a golpes

La concentración de un centenar de personas convocada por SOS Racismo y la ONG de inmigrantes senegaleses M'Bolo Moy Dole en repulsa por una presunta agresión de los vigilantes de una discoteca de Granada contra cuatro personas de esa nacionalidad terminó el pasado miércoles en una trifulca en la que resultó herido uno de los porteros del local. Algunos de los manifestantes implicados, que no eran miembros de esas ONG, se presentaron armados con palos, pero la policía, que acudió a calmar los ánimos, no detuvo a ninguna persona.

El hecho que originó la protesta se produjo el pasado domingo, cuando tres hombres y una mujer, todos senegaleses, intentaron entrar en la discoteca Mae West, situada en un centro comercial de la capital. Los vigilantes, según la denuncia que presentaron al día siguiente, les dijeron que no estaba permitido el acceso a los negros. Los denunciantes pidieron que saliera el encargado para pedirle explicaciones, pero los porteros la emprendieron a golpes con ellos, según su declaración. A la mujer la insultaron gritándole "negra de mierda" y "mona", y diciéndole "que volviera a la selva", según su testimonio.

Esa denuncia y los partes de lesiones que presentaron los denunciantes motivaron la concentración, convocada a las 23.00 del pasado miércoles en la puerta de la discoteca. Al acto, en principio pacífico, acudieron algunos senegaleses con bastones de madera que la emprendieron a golpes con los vigilantes y las instalaciones del local, causando lesiones leves a uno de ellos y rompiendo algunos cristales. Ni la policía ni el resto de manifestantes consiguieron impedir el incidente. Los dueños de la discoteca no denunciaron los hechos.

El abogado de los propietarios rechazó cualquier trato discriminatorio con los clientes del local. Para el letrado, la denuncia de los senegaleses sólo es "una manipulación interesada", según declaró a Granada Hoy. "Se negaron a pagar el pase y al hacerles ver que no podían entrar, se marcharon para volver más tarde acompañados de más gente", prosiguió. "Querían armar follón y por eso hubo que avisar a la policía", concluyó.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 9 de diciembre de 2005