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OPINIÓN DEL LECTOR

Carta a los Reyes Magos

Hace unos días se celebró el día internacional en contra de la violencia de género. Nuestra repulsa a esa manifestación violenta debe estar presente en nuestro día a día, debemos interiorizar el signo del "lacito". Tal vez el lector piense que no "toca" hablar de este tema, que ya ha pasado el 25 de noviembre. Me reitero, debemos no olvidar que el rechazo es diario. Y por no tocar, tampoco toca hablar de la Navidad, porque aún faltan algunas semanas para celebrar las vacaciones, el nacimiento de Jesús, o lo que cada uno considere. Y aunque lo intento, no lo consigo, ya pienso en la Navidad porque los escaparates y las decoraciones de las calles me transportan a los días de felicidad y de ilusión, en los que todos intentamos ser un poquito mejores. Movida por este espíritu prematuro he decidido escribir una carta a los Reyes Magos. Siempre la escribo. Mi deseo para este año es que todas y todos interioricemos el significado de la palabra igualdad. Se podrá educar en igualdad, se podrán poner en marcha planes y programas de actuación, se podrán crear juzgados específicos, pero si todo ello no va acompañado de un proceso de socialización, si el mensaje no llega, si simplemente aplaudamos las medidas, la igualdad no será una realidad. Y ese proceso de socialización pasa en primer lugar por la valoración que cada una y cada uno haga de sí misma y de sí mismo. Bajo muchos episodios de dominación y de violencia subyace una personalidad infravalorada en primera persona, revestida de una fuerza violenta que la pretende ocultar. Libres de prejuicios y de comparaciones, aprenderemos a valorarnos a nosotros mismos y los que tenemos al lado. Así nos daremos cuenta que todas y todos somos iguales. Queridos Reyes Magos, os pido no tener que acudir el próximo año a un pleno extraordinario el 25 de noviembre.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de diciembre de 2005