Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
Crítica:

Desde la mínima oscuridad

José María Merino publica una colección de microrrelatos ilustrados por él mismo. Una visión inquietante de un universo cotidiano poblado de fantasmas.

En Días imaginarios, el libro que mayor parecido tiene con el que acaba de publicar, Merino redactaba una especie de diario donde junto a la narración breve tenían sitio también el apunte personal y el ensayo literario. Era un libro diurno que ponía límites a la desbordada fantasía nocturna. En Cuentos del libro de la noche, una colección de sueños tenebrosos, se imponen sin freno los pavores de la nocturnidad. Merino utiliza el microrrelato con notable libertad formal desde las cuatro páginas como excepción hasta las brevísimas ocho líneas.

En la 'Página primera' el

CUENTOS DEL LIBRO DE LA NOCHE

José María Merino

Alfaguara. Madrid, 2005

167 páginas. 15 euros

autor presenta el libro y da una explicación sobre su contenido. Los fantasmas que luego aparecerán se encuentran en su propia casa y los descubre mediante "una linterna pequeña" que ilumina con fuerza un rincón y deja en penumbra los alrededores y en completa oscuridad el resto. Una imagen poderosa para calificar tan sugerentes cuentos. A veces, narrados en una primera persona confesional que parece autobiográfica y otras veces en una tercera persona recatada, irónica en ocasiones, con un protagonista poco de fiar. El propio narrador puede dar a entender que aquello que cuenta es incierto o raya lo imposible, pero siempre el pavor, la inquietud y el recelo ante lo desconocido son las emociones que dominan al lector.

Abundan los elementos propios de la literatura terrorífica y del mundo meriniano: la noche, los espejos, los sueños y el mundo real (ver especialmente 'La familia soñada' y 'Portazgo'), la infancia y su inacabable huella posterior, los viajes reales o imaginarios, el don de la palabra y la propia literatura a la que se rinde homenaje con algunas historias que son comentario o parodia de otros textos. Se nota que Merino se ha encontrado muy a gusto escribiendo estas historias y añadiendo un dibujo a cada una, construyendo una frase final para dar un giro significativo a una historia y autoparodiándose en la socarrona y ominosa 'Satánica' que, aunque quizás no acaba de estar bien resulta, contiene imágenes memorables. En el relato 'Crisis de percepción', más abstracto, la enfermedad psíquica del narrador es una metáfora crítica de la cultura de nuestro tiempo.

Sé que ustedes leerán el libro completo y harán su propia selección pero aun así y tras una criba rigurosa escogeré los que prefiero además de los cuatro ya citados: 'Monovolumen', 'La vuelta a casa', 'Mosca', 'Parecidos', 'Los signos ordinarios', 'Poca luz', 'Las tres', 'Parte meteorológico', 'La gran catarata' y 'Cuento de invierno'.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de diciembre de 2005

Más información

  • José María Merino