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Entrevista:SEBASTIÁN SERRANO | CITA ELECTORAL DE LOS PERIODISTAS CATALANES

"Hay que corregir el alejamiento entre el colegio y la profesión"

Barcelona
Pilar Antillach, de 46 años, y Sebastián Serrano, de 52, optan a dirigir el Colegio de Periodistas de Cataluña. Un total de 3.653 colegiados, de los que 3.120 pertenecen a la demarcación de Barcelona, están convocados a participar el próximo lunes en las elecciones al decanato y a las juntas de gobierno de las demarcaciones catalanas. Los anteriores comicios se celebraron en el año 2001. En aquella cita, la candidatura de Montserrat Minobis se impuso a la encabezada por Martí Anglada. La periodista, sin embargo, dimitió en marzo de 2004 al ser nombrada directora de Catalunya Ràdio, cargo que ocupó hasta el pasado verano. En el Colegio de Periodistas la sustituyó Joan Brunet, quien primero ocupó el cargo en funciones y luego, en junio de ese mismo año, fue designado decano por aclamación.

Sebastián Serrano (Barcelona, 1953) trabaja como periodista desde los 19 años. Tenía esa edad cuando escribió su primer artículo en El Noticiero Universal. Todavía estaba estudiando en la Escuela Oficial de Periodismo. La prensa escrita ha sido el ámbito en el que se ha desarrollado su carrera profesional: en Mundo Diario, El Periódico de Catalunya y, desde 1989, en EL PAÍS, donde ha trabajado en los suplementos Futuro y Ciberp@ís, ha sido corresponsal en Moscú y ha coordinado la sección de Sociedad. Actualmente es defensor del lector.

Pregunta. ¿Por qué ha decidido presentarse a estas elecciones?

Respuesta. El periodismo está cambiando rápidamente y la profesión está creciendo también muy deprisa. Acceder a una atalaya desde la que uno puede tratar de incidir en estos cambios me atrae, siento curiosidad. Sé que la curiosidad no es una motivación heroica, pero sí periodística.

P. ¿A qué cambios se refiere?

R. Si nos centramos en Cataluña, el mundo del periodismo ha experimentado en los últimos años transformaciones importantes: se han multiplicado los gabinetes de comunicación, se están profesionalizando las televisiones locales y, con la implantación de la televisión digital terrestre, lo harán más aún, Internet acoge nuevos medios y, además, ha surgido la prensa gratuita. Cada vez hay más periodistas en ejercicio y la colegiación no aumenta al mismo ritmo. Se está produciendo un alejamiento entre el colegio y la profesión real que debe corregirse.

P. ¿Qué solución propone?

R. Para empezar, es básica una mejor difusión del trabajo del colegio. Es posible que las nuevas generaciones de periodistas no lo conozcan suficientemente. Si los colegiados nos dan su apoyo, pondremos en marcha una página web más dinámica que la actual que facilite la comunicación y el intercambio de opiniones. Paralelamente, creemos que el colegio debe tener más protagonismo en el debate social sobre los medios de comunicación. En cuanto al fomento de la colegiación, dado que muchos de los profesionales que se incorporan al mundo laboral tienen sueldos bajos, incentivaremos su ingreso ajustando las cuotas. También estamos estudiando que los profesionales que carecen de título universitario puedan acceder a los servicios del colegio.

P. Sobre el papel, el programa de su candidatura y el de la que encabeza Pilar Antillach no son muy distintos.

R. Las diferencias, que las hay, son principalmente de estilo. Coincidimos en que, seguramente, el colegio no lo ha hecho todo lo bien que debiera en los últimos tiempos, pero nuestro planteamiento, al contrario que el suyo, es constructivo. Nos proponemos ahondar y evolucionar en el buen trabajo realizado.

P. ¿Cómo define políticamente la candidatura que lidera?

R. Como dice el lema con el que nos presentamos, Per a tothom, nuestra candidatura es para todos. Tiene voluntad de representar a toda la profesión. Es una lista integradora, en la que hay periodistas de todas las tendencias y en activo en la práctica totalidad de los medios de comunicación.

P. ¿Cómo convencería a los periodistas jóvenes para que se colegiaran?

R. Diciéndoles que la acción individual es importante pero tiene sus límites y que a todos nos conviene trabajar juntos para defender la independencia profesional y un trabajo digno.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 10 de diciembre de 2005