Hay un lugar en Pompeya que ningún romántico debe perderse. En el pequeño pero tan bello y lleno de misterio templo de Isis, "reducido pero esbelto", reina aún el espectro del sacerdote egipcio Arbaces, el malo de Los últimos días de Pompeya, del victoriano sir Edward George Bulwer-Lytton. Es esta novela una de las grandes obras fundacionales de la narrativa histórica y una aventura inagotable y majestuosa. Con el telón de fondo del pirodrama pompeyano, se desarrolla el curioso cuadrado amoroso que forman Glauco e Iona, la cieguita florista Nydia y Arbaces. Los espasmos y vómitos del Vesubio actuarán como incandescente Deus ex machina.
- Los últimos días de Pompeya se ofrece con EL PAÍS el martes por 2,50 euros.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 11 de diciembre de 2005