Joan, de poco más de un año y medio, tiene una habitación en colores vivos y un mono como el del piloto Fernando Alonso. Eso, desde que vive con sus nuevos padres. Joan (en la foto) fue abandonado por su madre biológica, seropositiva, en el hospital, nada más dar a luz. El pequeño heredó los anticuerpos de la madre, pero no va a desarrollar la enfermedad. Es uno de los 132 chiquillos a los que la ONG Meniños Fundación para la Infancia ha buscado este año un hogar en acogida..
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de diciembre de 2005