Quizá como presagio del incendio social posterior, y en consonancia con las verdaderas preocupaciones de la sociedad francesa, su academia del cine decidió, a principios de 2005, otorgar el César a la mejor película de la temporada anterior a La escurridiza, modesta producción rodada en vídeo, ambientada en los suburbios de París, y dirigida por el tunecino Abdel Kechiche. En un golpe a la grandeza de su propio cine, los profesionales del sector consolaban a las dos grandes favoritas (la belleza un tanto meliflua de Los chicos del coro y la absoluta oquedad esteticista de Largo domingo de noviazgo) con premios menores de carácter técnico y encumbraban una cinta con modos y objetivos radicalmente opuestos; una película austera, nada complaciente, desequilibrada en su narración, de raíz casi documental, en la línea formal del cine de los hermanos Dardenne (Rosetta, El niño), aunque sin su rabia y su facilidad para el desarme ético y estético. Hay en La escurridiza una concepción fatalista del ser humano. Sus protagonistas, habitantes de la esquina social que nadie quiere ver ni atender, están condenados a no poder escapar de su mísero destino. Siempre habrá pobres y ricos, y siempre serán los mismos, parece decir Kechiche. Un juicio que quizá lleva a la película a cierto estancamiento narrativo, ya que ninguno de sus personajes, más allá de su estatus económico, evoluciona a lo largo de la historia. Terminan la película pensando exactamente igual que la empezaron, a lo que se une una enervante reiteración en los diálogos. Junto a ello, Kechiche muestra un drástico desinterés por la lógica de los pequeños grandes asuntos que describe. Así, siempre prefiere la elipsis huidiza (¿se lleva o no la policía a los chicos detenidos cuando los descubre en el coche?) y la ausencia de explicaciones (¿el automóvil es robado o no?) antes que la verosimilitud de los orígenes de las acciones y sus efectos posteriores.
LA ESCURRIDIZA O CÓMO ESQUIVAR EL AMOR
Dirección: Abdellatif Kechiche. Intérpretes: Osman Elkharraz, Sara Forestier, Sabrina Ouazani, Nanou Benhamou. Género: drama. Francia, 2004. Duración: 117 minutos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de diciembre de 2005