El grupo municipal socialista, que ayer dedicó su tercera jornada de la semana de la inmovilidad a los peatones, asegura que el número de atropellos en Madrid desde el comienzo de las obras de este mandato en 2003 ha subido en más del 11% -al pasar de 1.242 a 1.383-, "fruto de la circulación caótica".
La portavoz socialista, Trinidad Jiménez, cedió el protagonismo a Consuelo Rubio, una discapacitada en silla de ruedas, quien intentó, sin éxito, recorrer el perímetro de la plaza de José María Soler, levantada por las obras que enlazan la M-30 con las calles de Arturo Soria y Costa Rica, acompañada por políticos y periodistas.
"Si lo pensaran, si se pusieran estos señores del Ayuntamiento en una silla de ruedas, o con mentalidad de ir en silla de ruedas sólo media mañana, iban a ver que es imposible pasar", contó Rubio. Los problemas para Rubio comenzaron al llegar en taxi a la plaza, ya que, a pesar de ir en silla motorizada, no pudo alcanzar la acera al no ser capaz de rebasar el bordillo. "No entendemos que si se están haciendo obras no se aproveche ya para adaptarla a las personas con movilidad reducida", declaró Jiménez.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 16 de diciembre de 2005