Las comparaciones son odiosas -eso dice un refrán-, pero si encima lo que quieres es comparar 23 años de gobierno con 2, la comparación además es absurda. Ahora que se celebran los dos años del Pacto del Tinell, ahora que estamos en el ecuador de la legislatura, es lícito que comencemos a evaluar las actuaciones del Gobierno tripartito. Pero seamos objetivos. No es lo mismo gobernar en solitario que hacerlo en coalición. No es lo mismo continuar un gobierno, que comenzarlo de nuevo. Por eso, antes de comenzar a criticar tendríamos que poner las cosas en su contexto. No olvidemos que no sólo somos testigos, por primera vez en la historia democrática de Cataluña, de un cambio ideológico en el Gobierno (de centro derecha a izquierda), sino que hemos pasado de tener un Gobierno monocolor a otro formado por una coalición de tres partidos.
Los comienzos son siempre difíciles y requieren un periodo de adaptación. Si tenemos todo eso en cuenta, creo que hasta ahora el tripartito lo está haciendo muy bien. Esperemos a que acabe la legislatura para hacer una evaluación completa, y entonces será el momento de las comparaciones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de diciembre de 2005