Un cuento de Emilia Pardo Bazán leído en voz alta por dos niños y una nevada artificial con espuma sustituyeron ayer al tradicional pregón con el que otros años el Ayuntamiento daba la bienvenida a la Navidad. La plaza de la Villa, ocupada estos días por el belén municipal, se llenó de chavales, mientras una enorme estrella luminosa guiaba a duendes y hadas por la calle Mayor.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de diciembre de 2005