El Roñas perdió el miedo en las calles de la ciudad de México y a sus 17 años parecía encaminado a graduarse como delincuente hasta que un acto de irreverencia se cruzó en su vida. De la noche a la mañana se ha convertido en una especie de antihéroe de la temporada navideña mexicana después de ponerle los cuernos al presidente Vicente Fox mientras se hacía una foto oficial de la visita a un centro de detención para menores de la ciudad de México.
La historia de Santiago González Osorio, El Roñas, es una de las que se cuentan a cientos en el Centro de Tratamiento para Varones. Su expediente incluye capturas por enfrentamientos con la policía, en dos ocasiones, y asalto a mano armada. Pero su golpe más espectacular ha sido poner cuernos a Fox, lo que le ha llevado a la fama.
El momento en que el mandatario lucía sobre su cabeza los dedos de El Roñas con el irreverente signo de cornudo fue captado por varias cámaras, tanto de fotógrafos como de periodistas e incluso por las de la presidencia de la República. Nada más producirse el descuido, la presión de un guardaespaldas en el brazo del delincuente obligó a éste a cambiar los cuernos por la V de la victoria. El rápido cambio de signos lo hizo sin perder un segundo su sonrisa traviesa.
Los familiares de El Roñas temieron que la irreverencia le hiciese víctima de represalias por parte de alguna autoridad deseosa de limpiar la imagen del centro de detención o de la falta en la seguridad que dejó el mozalbete al burlarse del presidente. Fox salió al paso y dijo: "Me puso unos cuernitos. Él también es mi amigo y merece toda mi confianza". Y para evitar la acción de los papistas dejó claro que "nadie, absolutamente nadie va a poner ni un pétalo de rosa encima" de Santiago González.
Prometió el presidente ayudar al joven, "si él pone de su parte" para salir cuanto antes del centro de rehabilitación. Esta oferta se corresponde con el objetivo de la visita de Fox a la institución penitenciaria, donde anunció la decisión de otorgar becas de estudios a los jóvenes delincuentes o apoyos para abrir un changarro (pequeño comercio), con el que poder ganarse la vida decentemente.En señal de disculpa y de agradecimiento, El Roñas ha enviado a la esposa del presidente, Marta Fox, una pulsera tejida por él mismo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de diciembre de 2005