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Entrevista:Joan Estruch | Catedrático del Instituto Jaume Balmes

"En Italia ha sido un desastre y en Suecia favorece la igualdad"

"Dar más autonomía a los centros no solucionaría las deficiencias del sistema educativo catalán. En educación, hace años que Cataluña ha dejado de ser líder no sólo en relación con el resto de Europa, sino también con las demás autonomías. Cataluña se sitúa entre las que invierten menos y entre las que obtienen tasas más elevadas de fracaso y abandono escolar. La autonomía escolar no puede ser, pues, la única ni la principal alternativa para afrontar esa grave situación, que requiere cambios en la política educativa, comenzando por una inversión a escala europea. Pero, según se aplique, puede contribuir a mejorarla o a empeorarla.

En Portugal y en Italia la autonomía escolar ha sido un desastre. En Gran Bretaña fomenta el libre mercado y la competencia feroz entre centros. En cambio, en los países escandinavos (Suecia, Finlandia) favorece la igualdad de oportunidades. Aquí, dada la tradición centralista, hay que planteársela como un proceso largo (en Holanda ha durado 30 años). Es esencial que no fomente las desigualdades, sino que las contrarreste con más recursos para los alumnos y los centros con más dificultades, con la consiguiente rendición de cuentas acerca de su uso. Su aplicación, experimental y voluntaria, tendría que coordinar dos procesos paralelos. Por arriba, los partidos deberían dar estabilidad al sistema con un pacto en el que figurara la autonomía escolar. Por abajo, los centros tendrían que ir aprendiendo a decidir cada vez más temas y a gestionar recursos en función de sus objetivos, compartidos por la comunidad educativa".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de diciembre de 2005