El consejero Justo Nieto se refiere en numerosas ocasiones a la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) cuando quiere explicar qué tipo de institución tiene en mente para la Comunidad Valenciana. La UOC tiene matriculados a 801 alumnos valencianos en carreras homologadas; a más de 200 en cursos de posgrado y a otros 26 en lo que llaman graduado en Multimedia, un título propio de la universidad catalana.
Hace cinco años que abrió su sede en Valencia. En verano, se trasladó de un bajo en la calle Profesor Beltrán Báguena a una sede más apropiada, situada en la calle de la Paz. La UOC funciona a través de Internet, a excepción de los exámenes finales, que se realizan en espacios arrendados a otras instituciones. En este caso utiliza básicamente las sedes universitarias de Valencia, Alicante y Castellón.
Casi la mitad de los alumnos valencianos proceden de la capital. El producto de mayor éxito es la diplomatura en Ciencias Empresariales (129 estudiantes), seguido por los de Psicopedagogía e Informática de Sistemas.
Realidades distintas
"A nadie se le ocurriría poner en cuestión la UOC", afirma el consejero Justo Nieto, en contraste con las críticas que está recibiendo su proyecto antes de cristalizar. La UOC cuenta con 37.000 alumnos en 45 países, con una presencia importante en el continente americano y otra incipiente en Asia.
La institución fue impulsada por la Generalitat Catalana en el momento en que empezaba a ser corriente hablar de la sociedad de la información. En 1994 el ejecutivo de Jordi Pujol creó una fundación, controlada por el Gobierno autonómico, y en cuyo patronato figuran, entre otras, la federación catalana de cajas de ahorros, la cámara de comercio, la radiotelevisión catalana y las fundaciones José Manuel Lara y Telefónica.
"La situación es muy distinta", afirma un rector valenciano, "hace 10 años, cuando se fundó la UOC, la educación a distancia por Internet no estaba apenas explorada y había un mercado. En el año 2005 todas las universidades ya hemos tomado conciencia de su potencial y estamos apostando por ella". Hace un par de semanas, el Gobierno regional de Madrid aprobó la creación de una nueva universidad privada a distancia en contra del criterio de las universidades públicas. El rector valenciano concluye que, si su número sigue creciendo, las universidades autonómicas a distancia que nazcan pensando que pueden captar alumnado de otras comunidades, están abocadas al fracaso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de diciembre de 2005