Familiares de pacientes del servicio de urgencias del hospital Gregorio Marañón denunciaron ayer el colapso del servicio y que al menos 10 pacientes estaban desde la tarde del domingo ingresados en un pasillo "en las peores condiciones, sin intimidad y rodeados de ruido y trasiego de personas", según la Asociación El Defensor del Paciente. El hospital admitió que a las 21.15 de ayer quedaban cinco pacientes ingresados en un pasillo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 20 de diciembre de 2005