El novio de la princesa Victoria de Suecia, Daniel Wesgling, inaugura el próximo mes de enero un nuevo gimnasio en un local de 2.500 metros cuadrados de superficie, en el barrio de Östermalm, en el centro de Estocolmo. Está dirigido a un público de clase media, económicamente solvente, y además de los servicios específicos de entrenamiento físico ofrecerá una sección para atención de los niños de las futuras clientas que, se estima, serán en su mayoría mujeres, aunque no exclusivamente, y también se ofrecerá masajes, según informó Frida Lindström, responsable de la inscripción de los nuevos socios. El nuevo instituto se llamará Balance, y está ubicado en las cercanías de los otros dos gimnasios de los que Daniel es copropietario, pero no tiene la categoría de éstos, en los que hay que ser presentado por dos socios para poder ser aceptado y su clientela está reclutada entre los ejecutivos de empresas, miembros de la clase alta y amigos de la familia real. Poco a poco el novio de Victoria, que procede de una familia humilde y no tiene un estatus social acorde con lo que habitualmente se exige a un aspirante a marido de una futura reina, lo que habría encontrado reticencias en el rey Carlos Gustavo, parece a punto de convertirse en un empresario rico. Seguramente le puede allanar el camino a palacio. Aunque, lo más importante, la aceptación de la novia, está ya claramente conquistada.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de diciembre de 2005