La policía ha abierto una investigación sobre la muerte de un conocido abogado de Castellón, Carlos Reverter, de 43 años, quien falleció ayer, probablemente, a consecuencia de una paliza que le propinaron dos desconocidos. Según fuentes cercanas al caso, estos dos hombres habían secuestrado minutos antes a Reverter con el vehículo que conducía. El suceso se produjo a primera hora de la tarde cuando el letrado circulaba en su propio coche. Según las mismas fuentes dos individuos le asaltaron y, tras abandonar el casco urbano, le introdujeron en el maletero del turismo. Desde ese habitáculo, Reverter habría realizado dos llamadas de teléfono, ya que sus secuestradores no se percataron de que portaba un teléfono móvil. Una de las llamadas, según las mismas fuentes, fue al 112, mientras que la segunda, en la que también comunicó ser víctima del secuestro, estuvo dirigida a su propio despacho, ubicado en la céntrica Puerta del Sol de la capital de La Plana. En ninguna de las dos identificó a sus secuestradores pero sí desveló su origen magrebí.
El sistema de localización del vehículo y del teléfono móvil que portaba hicieron posible que fuera encontrado. Sin embargo, el desconcierto generado por el suceso hizo que se dieran dos versiones sobre la localización tanto del vehículo como del cuerpo, sin que ninguna fuente oficial pudiera confirmar la real. La primera de ellas apuntaba a que el abogado fue hallado, aún con vida, en el maletero, mientras que la segunda sostenía que el cuerpo de Reverter se encontraba a algunos metros de su coche, en un barranco cercano a la Rambla de la Viuda, entre Castellón y Vila-real.
En cualquier caso, el letrado murió en el trayecto hacia el Hospital General de Castellón. Fuentes cercanas al caso aseguraron a última hora de ayer que Reverter presentaba múltiples fracturas y golpes. A última hora, el cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, donde se le realizará la autopsia. El despacho de Reverter llevaba todo tipo de asuntos y no se circunscribía a la actividad penal. En cualquier caso, la policía no descarta un ajuste de cuentas como posible móvil del crimen.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de diciembre de 2005