El PP, que tiene mayoría absoluta en el Parlamento de Baleares, aprobó ayer con los votos contrarios de la izquierda, el nuevo impuesto autonómico que gravará el uso de los coches de alquiler con 5 euros por día. La creación del tributo figura en la ley de medidas urgentes de los presupuestos de 2006, pero el PP ha explicitado ahora "que no se aplicará si no hay consenso" con el sector. La patronal se ha mostrado dividida hasta ahora sobre la medida.
Inicialmente, el nuevo tributo debía empezar a cobrarse el próximo 1 de enero, con unos ingresos estimados de 12,5 millones de euros que se destinarían a financiar la deuda sanitaria. Ante las críticas del sector y de los operadores turísticos, el Gobierno balear aseguró después que el impuesto pretendía "ordenar" el sector y evitar la "competencia desleal" de empresas cuyo negocio radica en la exportación de coches comprados con grandes rebajas en el precio y en los impuestos.
La izquierda ve en el nuevo tributo "un verdadero fraude". El PSOE criticó "tanta prisa para aprobar un impuesto cuando no se sabe las fechas en que se aplicará". El PP califica la medida de "selectiva, apropiada" y sin los "efectos catastróficos" que atribuyó a la ecotasa aplicada por la izquierda y derogada por el actual Gobierno.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de diciembre de 2005