La detención en Lleida de cuatro personas por su supuesta pertenencia a una red de islamistas salafistas relacionada con a Al-Qaeda y los vínculos de uno de ellos con la gran mezquita de la ciudad han desatado una agria polémica entre las fuerzas políticas de la ciudad. Desde la Diputación provincial, los convergentes piden la clausura temporal de la gran mezquita del Nord.
El detonante del enfrentamiento ha sido que uno de los arrestados, Abdelhak el Gallaf, era el representante del colectivo musulmán en la Asamblea Municipal de las Religiones, organismo creado el pasado mes de septiembre por el consistorio con la finalidad de facilitar el diálogo y resolver los problemas de integración y de convivencia que puedan surgir entre las diferentes confesiones religiosas.
El Gallaf era, además, el hombre de confianza del imán de la principal mezquita de la ciudad, situada en la calle del Nord. Por este hecho, el presidente de la Diputación y jefe de la oposición en el Ayuntamiento, el convergente Isidre Gavín, ha reclamado el cierre provisional del templo y la ruptura de relaciones con el actual imán, al que consideran integrista. "Nuestra postura ha de ser de mano abierta al islam y de mano dura con el integrismo", señaló.
El republicano Xavier Sáez, teniente de alcalde de Cultura y presidente de la Asamblea de las Religiones, acusó a Gavín de radicalismo y de "encender fuegos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de diciembre de 2005