Si Esperanza Aguirre no sabe en qué gastar el dinero de los contribuyentes, mejor que la reciente campaña de publicidad de autobombo de la Sanidad pública, quizá podría preguntar a cualquier paciente o profesional de la misma.
Seguro que le sugieren infinidad de aspectos que mejorar.
Parece que ella no debe ser usuaria, puesto que si no, no necesitaría de este consejo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de diciembre de 2005