El Parlament rechazó ayer las enmiendas a la totalidad presentadas por los grupos de la oposición -Convergència i Unió y el Partido Popular- a la ley de acompañamiento de los presupuestos de la Generalitat para 2006, denominadas formalmente Ley de Medidas Financieras. CiU y PP reprocharon al tripartito su "afán recaudatorio" con la imposición de más tasas.
El diputado convergente Jordi Turull denunció que esta ley sirve para hacer pagar a más gente, y para todo, incluidos servicios básicos que deberían ser universales y gratuitos, como sostuvo la popular Belén Pajares. Turull y Pajares aludían a las tasas de prestación de servicios de los bomberos en algunos casos de accidentes de tráfico, rescate y salvamento de personas, de vigilancia y protección de incendio y percances en determinadas actividades deportivas, culturales o de ocio.
Sobre todo, CiU y PP subrayaron el incremento de las tasas sobre el consumo de agua. Turull aludió incluso a que la Agencia Catalana del Agua había "enloquecido políticamente en su afán recaudatorio". Pajares señaló, por su parte, que entre el canon del agua, el IVA, el alcantarillado y la tasa de tratamiento de residuos municipales del Ayuntamiento, el ciudadano paga casi igual que en consumo de agua.
El socialista Lluís Miquel Pérez replicó que no hay incremento de la presión fiscal, y el republicano Sergi de los Ríos, negó la creación de nuevas tasas sino que, por el contrario, se suprimen tres: la de selección de solicitudes de vivienda de protección social, la de tramitación de expedientes de abandono de vehículos y otra sobre instalaciones portuarias.
El portavoz de Iniciativa per Catalunya, Joan Boada, defendió el rigor intachable y la transparencia de la ley y ahondó en defender la política en materia hidráulica del tripartito catalán.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de diciembre de 2005