La Autoridad de la Competencia italiana, conocida como Antitrust, abrió ayer un expediente al presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, por un posible conflicto de intereses. El Antitrust emitió una nota en la que señaló que los incentivos fiscales para la compra de descodificadores de televisión podían favorecer a Paolo Berlusconi, hermano del presidente del Gobierno e importante accionista de una empresa dedicada a la comercialización de esos aparatos.
El expediente fue abierto tras una denuncia presentada por parlamentarios de la oposición, encabezados por el senador Luigi Zanda. Desde finales del año pasado, cuando se incluyó en los presupuestos del Estado una partida para ofrecer desgravaciones por la compra de un descodificador, el centro-izquierda acusó a Berlusconi de favorecerse a sí mismo. Con el fomento de la venta de descodificadores, el Gobierno quería ayudar a difundir rápidamente las emisiones de televisión por el sistema digital terrestre. La principal empresa beneficiada por el digital terrestre era Mediaset, el grupo de televisiones privadas de Berlusconi. Adicionalmente, su hermano Paolo tenía intereses en una empresa de comercialización de descodificadores.
Silvio Berlusconi se ausenta de las reuniones del Consejo de Ministros cuando se abordan asuntos relacionados con la televisión o con otros de sus múltiples negocios. La oposición, y el propio Antitrust, se apoyan ahora en un tecnicismo para afirmar que Berlusconi impuso de forma consciente una ley que favorecía a un familiar próximo. El presupuesto para 2006 fue aprobado el miércoles por la vía de relacionar el proyecto de ley con una moción de confianza: si no hubiera recibido el sí mayoritario del Senado, el Gobierno habría perdido formalmente el respaldo del Parlamento.
Al utilizar esa vía, que impedía la presentación de enmiendas y la aparición de disensiones en la mayoría de Gobierno, Silvio Berlusconi hizo imposible que se discutiera el apartado de las subvenciones a los descodificadores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de diciembre de 2005