Como concejala del distrito de Arganzuela no deja de sorprenderme la manipulación informativa que su periódico trae hoy [por ayer] a las páginas de Madrid. Encabeza el titular "Un incidente entre la edil de Arganzuela y vecinos obliga a parar el pleno" y me acusan a mí de dar un manotazo a una vecina.
Pues bien, tengo que aclararle de forma contundente que en ningún momento me acerqué a ninguna de las seis personas que, promovidas y apoyadas por los grupos de oposición Partido Socialista e Izquierda Unida, provocaron este incidente. Mi actitud ante los hechos se limitó únicamente y una vez que hubieron acabado de tirar piedras y tierra al estrado a recogerlo tranquilamente.
No deja de sorprenderme, a su vez, cómo ustedes publican que, según el portavoz del Partido Socialista señor Iglesias, "es la concejal la que no deja hablar a los vecinos". Pues bien, la única realidad es que durante varios meses el grupo político del señor Iglesias se encarga de romper la normalidad democrática, dirigiendo a un grupo de personas que interrumpen e insultan continuamente, sólo a los representantes del Partido Popular. Y eso es lo que ocurrió también ayer durante más de seis horas.
En este pleno asimismo se encontraban vecinos del distrito, representantes de asociaciones de padres de alumnos y asociaciones de vecinos, completamente indignados y sorprendidos porque no podían escuchar las propuestas que se iban a aprobar, y porque durante más de seis horas tuvieron que aguantar también insultos e interrupciones.
No seré yo quien haga juicios de valor, pero sí quiero que se conozca la verdad, y poner de manifiesto cómo después de más de 30 años de democracia, partidos políticos votados en urnas no respetan a las instituciones democráticas y vulneran la Constitución española.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de diciembre de 2005