La fruta, especialmente la exótica, como el mango y el lichi, y las verduras y hortalizas con un toque original, como la endibia roja y las flores comestibles, se han convertido en las grandes protagonistas de los menús de Navidad de las familias catalanas. Entre ellas, la piña es la reina, pues se calcula que sus ventas en diciembre superarán las cerca de 6.000 toneladas que se vendieron en el mismo periodo de 2004. Según el presidente del mercado de la Boqueria, Manuel Ripoll, "en los últimos tres años se ha producido un aumento espectacular de la demanda de frutas exóticas debido a su gran variedad y al desconocimiento que se tenía sobre este tipo de producto, lo que ha permitido salvar situaciones en las que escaseaba la fruta de temporada". Sin embargo, el pescado, el marisco, la ternera, el cabrito y el cordero continúan siendo una constante en la mesa de las familias catalanas durante las fiestas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de diciembre de 2005