El papa Benedicto XVI pronunció ayer el primer mensaje de Navidad de su pontificado, en el que pidió la construcción de un nuevo orden mundial basado en relaciones éticas y económicas justas, e hizo un llamamiento a la paz y a la concordia. Ante varias decenas de miles de personas reunidas en la plaza de San Pedro, el pontífice exhortó a los pueblos a ser una "familia" llamada a construir vínculos de confianza y ayuda mutua. "Una humanidad unida podrá afrontar los numerosos y preocupantes problemas del momento actual: desde la acechanza terrorista a las condiciones de pobreza humillante en la que viven millones de seres humanos, desde la proliferación de las armas a las pandemias y al deterioro ambiental que amenaza el futuro del planeta", dijo Benedicto XVI.
Paz fue la palabra más pronunciada por el Papa -al igual que en su homilía de la Misa del Gallo-. Benedicto XVI alentó a trabajar por el desarrollo integral de Africa -se refirió a la tragedia de Darfur (Sudán) y pidió que se respeten los derechos humanos-. También pidió "paz y concordia" en Latinoamérica, y "comportamientos inspirados en la lealtad y sabiduría" para Oriente Próximo, así como el favorecimiento de los procesos de diálogo en Corea y otros países asiáticos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de diciembre de 2005