Los mecanismos de la democracia se apuran en el gaditano bar Ducal igual que apuran los cigarrillos algunos clientes, a la espera de los resultados del referéndum que decidirá si en este local, situado junto al Teatro Falla, se podrá fumar o no a partir de 1 de enero. Una urna sobre la barra tiene la palabra. Su propietario la abrirá mañana y hará público el escrutinio el viernes. En cambio, el responsable del bar Zapata, en la plaza de Candelaria, ha optado por el absolutismo de un cartel amarillo que ya reza en la fachada: "Bar fumador". En la imagen, un fumador vota en el bar Ducal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de diciembre de 2005