Estoy realmente feliz. De nada sirve ser un ciudadano responsable y cumplidor. De nada sirve pagar todo tipo de impuestos, tasas... De nada sirve participar en los eventos institucionales y en los foros ofreciendo todo tipo de soluciones alternativas, ni llevar una vida ejemplar de compromiso diario y de rigor ascético... El éxito y el reconocimiento siempre lo obtendrán los especuladores, trepas, caraduras, mentirosos y ladrones de guante blanco. Nos han robado un terreno público destinado para crear los equipamientos y servicios que llevamos una vida reclamando y exigiendo de forma racional, argumentada y formal.
Los ciudadanos de a pie, los que no tenemos la cara tan dura como Soler, Zaplana, Camps y Rita Barberá nunca seremos tratados por nuestros supuestos representantes como personas, pues no existimos ni tenemos derecho a vivir con un mínimo de dignidad y respeto, dado que no tenemos millones de euros ni viviendas, ni empresas inmobiliarias... Lo acabamos de comprobar dolorosa y funestamente con el nuevo y penúltimo pelotazo gestado por la el trío Rita-Soler-Camps. Realmente las personas decentes corremos peligro en esta ciudad de mentira, que ya es conocida internacionalmente como la ciudad de los pelotazos y la corrupción. Gracias Rita por ser tan irresponsable y despreciar a los ciudadanos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de diciembre de 2005