El Ayuntamiento podría poner imaginación a la hora de manejar las cada vez menos propiedades inmobiliarias de la ciudad. Los solares que va a recibir por el del nuevo estadio de fútbol podrían servir para recuperar el solar de Jesuitas y ampliar el Jardín Botánico, para incrementar las zonas verdes de la ciudad y para equipamientos deportivos pero de uso popular, no escuelas de vela para aficionar a los pequeños, que luego los padres tendremos que comprarles el barquito y, sinceramente, va a ser que no.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de diciembre de 2005