El alcalde de Castellón, Alberto Fabra, y el rector de la Universidad Jaume I, Francisco Toledo, firmaron ayer la paz definitiva en la guerra abierta por lograr la cesión del uso del antiguo edificio de Hacienda, un inmueble de propiedad estatal. Por otra parte, ambas instituciones "irán de la mano" en la reivindicación de que el edificio pase a ser de propiedad municipal. En ese caso la Universidad conservaría la preferencia de uso. Además, según el acuerdo al que llegaron Alberto Fabra y Francisco Toledo, la actual sede de la Audiencia de Castellón, tras el traslado de los juzgados a la Ciudad de la Justicia, albergará una residencia universitaria, compatible con la posibilidad de que también se ubique allí la futura Universidad Internacional Valenciana que impulsa el Consell.
Según el acuerdo, el edificio de Hacienda tendrá tres grandes espacios. Uno de ellos será compartido por ambas instituciones, mientras que otro será ocupado por la Jaume I como sede de la Universidad en la ciudad y el tercero se destinará al centro municipal de Cultura y Juventud que quería instalar el Ayuntamiento.
Alberto Fabra calificó de "proyecto integral" el que ambas instituciones pretenden desarrollar con la creación de un mapa cultural que compatibilice los proyectos diseñados por cada una de ellas, intención que vincula también el reparto del uso de otro edificio como es la antigua fábrica Dávalos Fletcher.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de diciembre de 2005