Los políticos que desde hace varias semanas están embarcados en la negociación sobre el futuro de Cataluña aparcarán sus trabajos por unos días. Tras la reunión de hoy en Barcelona, donde intentarán plasmar una voluntad de acuerdo, se darán una tregua para iniciar de nuevo las conversaciones después del 6 de enero.
Entonces, el Gobierno y los partidos catalanes tendrán que buscar alternativas que permitan aproximar las posiciones que mantienen en temas básicos como la definición de Cataluña, el sistema de financiación, las competencias o el Poder Judicial en esa comunidad.
En todos estos asuntos, la redacción de la propuesta de reforma estatutaria y las enmiendas presentadas por el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso están muy alejadas.
El Gobierno central y el PSOE cuentan con el problema añadido de una negociación donde la otra parte está dividida en cuatro partidos, cada uno con intereses distintos y estrategias diferenciadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de diciembre de 2005