Una nave industrial, a las afueras de Alicante, se convirtió ayer en la mezquita provisional de la comunidad islámica residente en la ciudad. Tras una semana sin recinto donde practicar sus rezos, los fieles musulmanes utilizarán este local, cedido gratuitamente por el Ayuntamiento, hasta la localización de otro emplazamiento permanente donde ubicar la mezquita. Los fieles se quejaron de que el local utilizado no reúne las condiciones mínimas para cumplir el rito.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de diciembre de 2005