El consejero de Educación, Alejandro Font de Mora, aseguró ayer que dentro del marco legal y la lealtad institucional adoptará las medidas que considere necesarias para paliar "los efectos negativos de la Ley Orgánica de Educación (LOE) y suavizar al máximo los impactos que puede tener esta norma en el sistema educativo valenciano". Font de Mora, que ayer realizó un balance de las principales actuaciones desarrolladas por su departamento en 2005, manifestó que no está de acuerdo con la LOE porque es "una ley regresiva que vuelve sobre presupuestos que han demostrado su fracaso".
Font de Mora señaló que "aquí no hay insumisos, sino personas que hacen uso de su autonomía dentro del marco legal, que es bien diferente". Según el consejero, la idea de insumisión debe dejarse para los que tienen "una idea frívola" de la educación. El titular de Educación aseveró que se trabajará para que "las cosas implantadas, dentro de las posibilidades que nos da la ley, sean lo menos impactantes posibles" e insistió que, en consecuencia, en la Comunidad Valenciana continuarán "con las evaluaciones y las haremos todos los años y procuraremos consensuar con las otras comunidades gobernadas por el PP unos contenidos comunes en materia por ejemplo de historia o geografía para que los niños tengan una educación de la mejor calidad posible".
Por lo que se refiere a las nuevas tecnologías, el consejero recalcó el esfuerzo realizado por la Administración también en este ámbito y explicó que, de acuerdo con el Gobierno central y a través del convenio Redes, ha sido posible contar en 2005 con 19.473 ordenadores nuevos. Lo que permite situar la ratio en 8,15 alumnos por ordenador, "una de las mejores del Estado".
Según el titular de Educación, en materia de infraestructuras educativas se han puesto en marcha en los últimos dos años 193 centros educativos en "un esfuerzo sin precedentes".
Críticas de los padres
Una afirmación que contrasta con la opinión de la Confederación Gonzalo Anaya de asociaciones de padres y madres de alumnos que ayer aseguró en un comunicado que el primer problema que afecta a la educación valenciana es la construcción de centros nuevos, "que tienen que mejorar los próximos meses".
Para esta confederación otros problemas son "la masificación en las aulas, la lentitud en las construcciones o el encarecimiento de los costes de construcción de esos nuevos colegios e institutos". "Todo ello son las secuelas de la mala gestión de la Consejería de Educación y que esperamos que en los próximos meses cambie de una vez", indica este colectivo. A juicio de esta confederación, "quedan muy lejos aquellas buenas intenciones del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, cuando en julio de 2003 y en boca del entonces consejero de Educación, Esteban González Pons, se comprometió a inaugurar un colegio cada semana".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de diciembre de 2005