La activista británica de derechos humanos Kate Burton, de 25 años, y sus padres, secuestrados el miércoles pasado en la franja de Gaza, fueron puestos en libertad anoche. La joven, que trabaja en el centro Al Mezan para los derechos humanos en Gaza, fue secuestrada en la ciudad de Rafah, junto a sus padres, que habían ido a visitarla.
Según los testigos del secuestro, siete hombres armados con rifles automáticos cortaron el paso al coche en que se desplazaban Burton y sus padres, y traspasaron a los tres a otro vehículo blanco, que se alejó a toda marcha. Desde entonces, no se había oído nada de los secuestradores, lo que hizo temer por la vida de los tres británicos. Anoche un grupo hasta ahora desconocido, Brigadas de los Muyahidin, se atribuyó el secuestro y la liberación como un "gesto de buena voluntad" para que Reino Unido y Europa presionen a Israel. El grupo amenazó con nuevos secuestros de extranjeros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 31 de diciembre de 2005