Valencia recibió ayer el año nuevo con una mascletà disparada en el antiguo cauce del Turia a la altura del paseo de la Alameda. La pirotecnia A. Caballer fue la encargada del ruidoso recibimiento a 2006 con "una secuencia de disparos progresivos y sincronizados desde 18 puntos diferentes, compuesta por truenos de mascletà, relámpagos de colores, volcanes de serpentinas, volcanes de cracker, chicharras y roncadoras", según había anunciado el Ayuntamiento de Valencia, y a la que siguieron varias fases de fuego aéreo y un terremoto final. El presupuesto de esta mascletà, de 15 minutos de duración, alcanzó los 20.000 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de enero de 2006