La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas han rechazado en los últimos cinco meses 29 de los 232 anuncios de alimentos infantiles analizados, y han pedido modificaciones en otros 46. La causa es que las campañas publicitarias incumplían el llamado Código PAOS, un sistema de autorregulación acordado por el Ministerio de Sanidad y los principales fabricantes para que los mensajes ayudaran a combatir la obesidad y la mala nutrición infantil. Entre sus reglas están evitar el uso de personajes famosos y no decir que un alimento da "prestigio" o que sirve para saltarse una comida.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de enero de 2006