Ser primer ministro es muy gratificante pese a que supone largas horas de trabajo y un nivel de estrés que no se puede comparar con otra labor en política, ha dicho Tony Blair en un filme emitido por Downing Street, su despacho oficial. Con el fin de mostrar más transparencia en las labores del Gobierno, Downing Street emitió por Internet un documental titulado Un día en la vida del primer ministro. Sentado en su despacho, el primer ministro admite que trabaja muchas horas, "probablemente no legales" en virtud de directivas europeas, y admite que nada, ni siguiera ser líder de la oposición, le puede preparar a uno para el trabajo de jefe de Gobierno. "Es un nivel de estrés completamente diferente, es desafiante y hay presión", dice el mandatario, quien, no obstante, subraya que lo mejor es conseguir hacer cosas por el país.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de enero de 2006