La muerte de nueve miembros de una familia en un ataque aéreo de EE UU provocó ayer escenas de dolor y rabia en la ciudad petrolera de Baiji, al norte de Irak, y dentro del triángulo suní.
Los norteamericanos realizaban el seguimiento de tres sospechosos que habían cavado un agujero, presumiblemente para colocar un artefacto. Éstos entraron en una vivienda y los estadounidenses lanzaron un misil contra ella. La policía informó de que nueve personas perdieron la vida y tres resultaron heridas. El fallecido de menor edad cuenta con 14 años.
El jefe policial de Baiji, el coronel Sufyan Mustafá, dijo: "Puedo confirmar rotundamente que no había terroristas en la casa. Incluso si hubiera habido, ¿por qué no rodearon la vivienda y forzaron su rendición en vez de bombardear?".Este supuesto error llega en un momento político delicado, cuando la mayoría chií negocia con kurdos y suníes su incorporación al nuevo Gobierno tras las elecciones.
En un comunicado, la 101ª División Aerotransportada da cuenta de la apertura de una investigación para determinar lo ocurrido e informa de que el ataque fue nocturno y se realizó desde un avión no tripulado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de enero de 2006