No creo haber visto en la prensa información sobre la orden de la vicepresidencia del Gobierno (BOE del pasado 17 de diciembre) "por la que se establecen las bases reguladoras para la concesión de subvenciones destinadas a actividades relacionadas con las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo". En esa norma se plantean ayudas económicas a las asociaciones de Recuperación de la Memoria (ARMH) y a particulares interesados en llevar a cabo exhumaciones, actos de homenaje, investigación y otras actividades semejantes, hasta ahora asumidas por el trabajo voluntario de distintos grupos con escasa ayuda institucional, los cuales a duras penas pueden satisfacer las legítimas demandas de los familiares con el rigor y la rapidez que serían convenientes.
Al contemplar la ayuda a las principales labores que vienen haciendo las ARMH, poniendo en primer lugar las exhumaciones de víctimas, la norma parece positiva y no tan restrictiva como las ya vigentes en algunas comunidades autónomas. Pero quedan pendientes, en mi opinión, muchos otros aspectos que hubieran debido merecer la atención del legislador de ámbito estatal como, por ejemplo, el tratamiento urbanístico a dar a los lugares donde hay fosas comunes, la estipulación de protocolos comunes de actuación, la inscripción de las víctimas en los registros civiles, la mejora del acceso a los archivos, la posible revisión de los consejos de guerra, etcétera.
En resumen: no creo que en esta cuestión los deberes del Estado y de las instituciones democráticas deban limitarse a dar ayudas económicas. Por otra parte, no estaría de más la publicación de un informe de la Comisión Interministerial exponiendo el "estado de la cuestión" de la RMH en todo el territorio español y las conclusiones de su trabajo durante todos estos meses. Probablemente los aspectos apuntados sean objeto de desarrollos legales ulteriores, los cuales merecerían el máximo grado de consenso parlamentario, como el que logró en su día la declaración unánime de 20 de noviembre de 2002, condenando la dictadura franquista y pidiendo el apoyo y la atención de toda la sociedad y de las instituciones representativas a la RMH.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de enero de 2006