Un incendio desatado en la noche del sábado en un orfanato de Dushambé, capital de Tayikistán, dejó 13 niños muertos, mientras que otros 60 sufrieron intoxicación a causa del humo o traumas psicológicos, según informaron ayer las autoridades de esa ex república soviética de Asia Central.
Los bomberos tardaron media hora en llegar a Chorbog, el hogar para menores con discapacidad mental que queda en el centro de Dushambé, cerca del Ministerio de Salud. La mayoría de los niños no pueden caminar por sí solos debido a que tienen afectado el sistema nervioso central, y si no hubiera sido por los vecinos que corrieron a socorrerlos todos hubieran muerto calcinados.
Zebinussó Sharípova dijo a la agencia estatal rusa RIA-Novosti que ella y otras nueve personas -entre las que había guardias de seguridad de la Embajada japonesa, ubicada cerca del orfanato- salvaron a "todos los niños sobrevivientes". En total, 79 menores.
Las llamas consumieron prácticamente todo el edificio de madera, de una planta, que databa de 1934. Los 60 menores hospitalizados se encuentran fuera de peligro. La mayoría "ha sufrido psicológicamente", informó el ministro de Salud, Nursratulló Faisullóyev. Sólo un niño de 10 años "presenta quemaduras de gravedad media y se le está dando todo el tratamiento necesario", señaló.
El incendio, según datos preliminares, se produjo debido a que se infringieron las normas de explotación de equipos eléctricos. En otras palabras, que algún calentador eléctrico, encendido para combatir el frío, pudo haber provocado un cortocircuito. Unicef, la Embajada de Irán y los militares de la 201 Base Militar rusa, con sede en Dushambé, han ofrecido ayuda a los niños.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 9 de enero de 2006