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OPINIÓN DEL LECTOR

El día de la Toma

Granada... que, Granada... que... Esto parece que es lo que grita el concejal a los ciudadanos concentrados el 2 de enero en la plaza Del Carmen de Granada, para festejar el día de la toma de ciudad por los Reyes Católicos. Por tanto, para celebrar la derrota de los granadinos por las legiones católicas castellano-aragonesas. Hoy 2 de enero he pasado, sin darme cuenta de la fecha, por la plaza del Carmen y la vergüenza se ha apoderado de mi. Saberme granadino y pensar que formo parte en cierta manera de este circo retrógrado, escarnioso y sin gracia; que éste acto sirva por unas horas para resucitar la sinrazón, para hurgar en las heridas y para que el aroma a formol invada la plaza del Ayuntamiento y sus aledaños, no me produce más que una sensación de vergüenza ajena. Contemplar ondeando banderas de otros tiempos, ver a mis convecinos mezclarse con cabezas rapadas, jóvenes conocidos resguardados a la sombra de los yugos y las flechas, dispuestas siempre a herir, en fin la Granada costumbrista congregada, incapaz de dejar pasar el tiempo; luego, cuando el acto ritual termine, cada cual se sentirá demócrata convencido, dirán en los bares que las tradiciones han de conservarse vivas, pero yo les digo que las tradiciones cargadas de muertos y despropósitos va siendo ya el momento de dejarlos descansar en paz.

Para terminar, me gustaría hacerlo con una frase de Kant: "Obra siempre de modo que tu conducta pudiera servir de principio a una legislación universal".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de enero de 2006