El número dos del mundo con una raqueta de tenis en la mano, Rafa Nadal, declinó ayer su participación en el primer Grand Slam de la temporada, el Abierto de Australia. El motivo: aún no se ha acoplado a las plantillas. Tras una sobrecarga por el número de partidos disputados la temporada anterior y sufrir una tendinitis rotuliana en la rodilla, los médicos aconsejaron a Nadal que se pusiera unas plantillas en las zapatillas para, al menos, descargar en lo posible las zonas que más sufren. Pero todo deportista necesita un tiempo para acoplarse a las plantillas. Así, Nadal comunicó su renuncia al Open australiano después de jugar ayer, en el Real Club de Tenis Barcelona, un partido de entrenamiento contra el brasileño Gustavo Kuerten. "No he notado ninguna molestia", esgrimió. Pero ahondó: " Aunque estoy en perfectas condiciones, me preocupa no ir a Australia. El problema no es físico, sino de adaptación a las plantillas".
Durante todo este tiempo, el tenista no ha dejado de entrenarse en el club de tenis de Manacor, pero sólo ha podido ejercitarse una hora y media al día. Demasiado poco para un deportista de élite. "Estos días he notado alguna molestia cuando me desplazaba hacia la dereha. También, en algunos momentos, se me hinchaba el pie", admite Nadal. Su entrenador y tío, Toni Nadal, aseguró: "Hemos creído conveniente renunciar al Australia porque Rafa no está preparado para jugar cinco sets". Nadal, sin embargo, podía haber viajado a Sydney para disputar el torneo previo de tres mangas. "No valía la pena hacer el viaje", justificó su tío, que insistió en que lo mejor para el jugador es la recuperación absoluta antes de voler a coger el ritmo de competición. Su regreso a las pistas, según Rafa Nadal, puede producirse en el torneo Marsella, que comienza el 13 de febrero. "No tenemos por qué correr. Ahora, lo que debemos hacer es tomárnoslo con calma", aseguró Toni. Así,la última participación de Nadal en un torneo oficial -jugó un partido amistoso a un set con Carlos Moyà que perdió por 9-7 hace menos de un mes- se remonta al Master Series de Madrid, que lo ganó tras imponerse en una final pírrica al croata Ljubicic.
De momento, el tenista probó ayer unas nuevas zapatillas para ver si la adaptación de las plantillas era mejor. "Ha funcionado bien, pero no del todo", admitió el entrenador. No sin antes bromear: "Si Rafa hubiese ido a Australia, hubiera evitado ver las desgracias del Madrid".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de enero de 2006